Una pequeña presentación

Los Mínimos y Máximos de Félix Esteves es una casa, un hogar, construido con amor, esfuerzo, dedicación y hasta con aburrimiento. Tiene muchas puertas donde todos pueden entrar. Tiene muchas habitaciones, donde de seguro en algunas podrás sentirte cómodo, y en otras, tal vez contrariado y hasta… por qué no… molesto. Sin embargo su propósito no es agradar ni molestar, no es ganar amigos ni enemigos… de todas maneras ambos son bienvenidos; su fin es mostrar y demostrar lo variopinto de una mirada, la pluralidad de una cosmogonía a través de mi “micromundo”, de lo exterior visto y sentido desde mi interioridad… es un grito contra la discriminación, es un arrullo de amor a la diversidad, es mi tarjeta de presentación como ser humano, como hombre, como gay y miembro de la comunidad LGBT... tal vez es algo más… no lo sé… aún lo estoy averiguando.

Félix Esteves

Amigos de Los Mínimos y Máximos

martes, 17 de mayo de 2016

LA VENEZUELA DEL HAMBRE.

Cola de venezolanos para comprar alimentos.

En Venezuela existen dos mundos paralelos, dos realidades; el primero, la Venezuela del oficialismo, y el  segundo, la Venezuela del hambre, la que padecemos casi todos los  venezolanos. El pueblo se está muriendo de hambre y esa  realidad no es esquiva ni evasiva, no es un sueño, ni siquiera una pesadilla, es algo que está allí, tangible, evidente y demasiado corpórea. El oficialismo puede argumentar mucho sobre la supuesta “Guerra Económica”, fantasear sobre las ventajas del “Socialismo del Siglo XXI”, discurrir sobre los beneficios de sus medidas económicas, pero no puede borrar con sus mentiras, y con su discurso ideológico esa realidad o mundo paralelo del hambre.

En estos 17 años de chavismo, el gobierno se ha beneficiado con el subdesarrollo que llevábamos a cuesta, sino además que lo ha incrementado, porque desde sus inicios comenzó a montar un aparataje ideológico y seudo-educativo que cegó y anubló  al pueblo. El Totalitarismo sabe muy bien que educar a un pueblo subdesarrollado es peligroso.

El chavismo le ha irrigado al pueblo a través de su bazofia ideológica antivalores, los ha convertido en objetos, cuyo único valor es el del robot que repite y actúa según los mandatos del régimen. Pero hasta el robot más sencillo necesita “alimentos”. Y mientras los chavistas llenaron y siguen llenando sus arcas han dejado a sus “robots” sin “aceite y combustible”.

Las vanidades y presunciones del chavismo por ser una “Religión” con su “Dios” y sus “Apóstoles”, buscó “pócimas mágicas” para solucionar los problemas del país como “misiones”, “cooperativas”, “comunas” entre otras tantas, logrando que al pueblo se le olvidara la realidad, y creyera fervientemente en la supuesta felicidad del régimen.  El gobierno hizo creer al pueblo que vivía en un supuesto “Paraíso”, más no lo educó para construir una verdadera felicidad.


El pueblo está despertando, o mejor dicho ya se despertó, “Amor con hambre no dura” y “No hay mal que dure cien años ni cuerpo que lo resista”, cada vez son más los venezolanos descontentos, amargados e inquietos por la nube negra que nos arropa.  Hay demasiada hambre, demasiada miseria.

Félix Esteves 

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