Una pequeña presentación

Los Mínimos y Máximos de Félix Esteves es una casa, un hogar, construido con amor, esfuerzo, dedicación y hasta con aburrimiento. Tiene muchas puertas donde todos pueden entrar. Tiene muchas habitaciones, donde de seguro en algunas podrás sentirte cómodo, y en otras, tal vez contrariado y hasta… por qué no… molesto. Sin embargo su propósito no es agradar ni molestar, no es ganar amigos ni enemigos… de todas maneras ambos son bienvenidos; su fin es mostrar y demostrar lo variopinto de una mirada, la pluralidad de una cosmogonía a través de mi “micromundo”, de lo exterior visto y sentido desde mi interioridad… es un grito contra la discriminación, es un arrullo de amor a la diversidad, es mi tarjeta de presentación como ser humano, como hombre, como gay y miembro de la comunidad LGBT... tal vez es algo más… no lo sé… aún lo estoy averiguando.

Félix Esteves

Amigos de Los Mínimos y Máximos

jueves, 31 de mayo de 2012

LA RUSIA HOMOSEXUAL. Segunda Parte: Desde la Rusia de Pedro El Grande hasta 1917.


En el artículo anterior dijimos que la tradición rusa de la homosexualidad fue mermada por la transculturización evocada por el Zar Pedro El Grande (1689-1725)[1]. La corte rusa adopto las formas, modos y las costumbres europeas del siglo XVIII, pero no solo los nobles fueron afectados por aquella invasión cultural, sino también los campesinos y las clases más populares. Pedro El Grande si bien no fue el primero, propulso el contacto de la Rusia Moscovita con los salones y el comercio con occidente, tal como lo afirma Burns:

“Es difícil apreciar la importancia de Pedro El Grande. No fue únicamente él quien transformó a Rusia en una nación occidental. Durante muchos años”… “la influencia occidental se había filtrado en el país. Pedro apresuró el proceso y le dio una dirección más radical.”[2] 

Las ideas de la Ilustración sobre las relaciones entre los sexos invadieron a la Rusia y los europeos que vinieron a enseñar y a practicar  profesiones y técnicas en esta gran nación que se perfilaba como una potencia, trajeron consigo nuevas actitudes hacia lo erótico, incluyendo una estigmatización de la "sodomía". Las relaciones sexuales entre hombres en el nuevo ejército del Zar que fue remodelado, fueron tipificadas como delito. La homofobia se hizo patente y se dejaron las indulgencias para aquellos generales y soldados que preferían la compañía de su propio sexo en sus lechos y tiendas de campañas. Igualmente, en la corte, los jovencitos (que eran muchos) que pertenecían al coro imperial y que aparte de cantar como ángeles también ofrecían sus servicios homoeróticos a la alta nobleza fueron denunciados y sacados de los privilegios reales, afirmación que hace Dominique Maroger “sanctions for improprieties with imperial choirboys were denunciates.”[3]

Moscú dejó de ser la capital de Rusia, y la transferencia del poder y la ventana hacia Occidente paso a San Petersburgo (fundada en 1703); esta nueva capital introdujo otra división en la cultura rusa, entre la vieja moscovita y la imperial San Petersburgo existían diferencias abismales, Moscú proseguía con sus viejas costumbres aunque poco a poco fue cediendo a los cambios.  La nueva capital un centro de riqueza y de la influencia europea, eclipsó a Moscú, pero no obstante la vieja Moscú seguía siendo centro del amor homoerótico.

Alexander Menshikov y el Zar Pedro El Grande.
Pero Pedro El Grande, también fue un “Grande” en hipocresía, porque es bien sabido  su preferencia sexual con hombres, el zar ruso no escapo del “encantador y divino  vicio de la homosexualidad” y tenía un favorito,  Alexander Menshikov, quién  se ganó rápidamente no sólo la confianza sino la amistad del zar, convirtiéndose en compinche de todos sus proyectos y aficiones, sino también en su amante y compañero de lecho. Menshikov no se separaba del zar, acompañándole en sus viajes por Rusia y en la “Gran Embajada” por Europa. Después de la muerte de Lefort, Menshikov llegó a ser el primer asesor de Pedro y seguía su preferido durante muchos años. Dotado de inteligencia innata, excelente memoria y gran energía, Alexander Menshikov nunca buscaba pretextos para no cumplir tal o cual encargo y lo hacía todo con ahínco, recordaba todas las órdenes, sabía guardar los secretos y, como nadie, sabía atenuar el carácter violento del zar, especialmente con su buen humor, sus ocurrencias y caricias.

Otro representante de la dinastía de los Romanov, que poseía tendencias bisexuales, fue la sobrina de Pedro, Ana Ivanovna. Ella gobernó el Imperio Ruso desde 1730 hasta 1740 y existen evidencia lésbicas pues según muchos biógrafos aseguran que mantuvo relaciones íntimas con varias de sus damas de honor.[4]

Catalina II, conocida como Catalina La Grande[5], pudo haber tenido una corta pasión lésbica con la Princesa  Catalina Dashkova, que ayudó a Catalina a sacudir el trono de su marido, Pedro III, y apoderarse del trono. En sus memorias, “Mon Histoire”,    Dashkova, tiene indicios muy fuertes de una conexión sentimental con Catalina II. La Princesa Dashkova fue una intelectual que no temió escribir artículos de crítica social, firmándolos con su nombre añadiéndole además el complemento “de una mujer rusa”. Durante ese siglo las mujeres no firmaban sus trabajos con su nombre, por lo general utilizaban seudónimos masculinos, pues era mal visto que una mujer expresara sus ideas.

Princesa Catalina Dashkova y la Zarina Catalina II La Grande.
El popular pobratimstvo disminuyó durante los siglos XVIII y XIX entre los habitantes de las ciudades, mientras que es probable que persistiera entre los campesinos, los cuales emigraron a Moscú por mano de obra estacional. Mientras tanto, en la cultura de elite, la adopción de códigos de la moral occidental siguió a un ritmo acelerado, y en 1835 la "sodomía" entre los varones fue tipificado como delito formal para todas las partes de la sociedad rusa, en la legislación promulgada por Nicolás I.

Ivan Dmitriev
A mediados del siglo XVIII, la literatura rusa se encontró con las actuales formas literarias de Europa Occidental. El final de ese siglo fue en Rusia, como en otras partes, la era del Romanticismo, y el gran poeta de esta nueva corriente en Rusia fue Ivan Dmitriev (1760-1837). Dmitriev era un funcionario del gobierno que finalmente se elevó a la posición del ministro de Justicia durante el reinado de Alejandro I. En su carrera en el gobierno, era nepotista, y gustaba rodearse de hermosos jóvenes asistentes, algunos de los cuales deben su avance al hecho de que eran Los amantes de Dmitriev.

En su poesía, sin embargo, llevaba una máscara de heterosexual, haciéndose pasar por algún personaje neoclásico. Las excepciones son sus adaptaciones de fábulas de La Fontaine "Las dos palomas" y "Los Dos Amigos", que se convirtieron en representaciones inequívocas de relaciones amorosas entre hombres.

Lo que si podemos asegurar es que las primeras leyes contra los actos homosexuales apareció en el siglo XVIII, durante el reinado de Pedro el Grande, pero se trataba leyes  militares se aplicaron sólo a los soldados. No fue sino hasta 1832 que el Código Penal incluye en el artículo 995, lo que hizo el “muzhelozhstvo” (hombres acostado con hombres, lo que los tribunales interpretan como el coito anal) un acto punible, castigado con el exilio a Siberia durante un máximo de 5 años. Aun así, la legislación se aplicó sólo en raras ocasiones, sobre todo entre las clases altas. Muchos intelectuales destacados del siglo XIX tuvieron una vida homosexual relativamente abierta o bisexual. Entre éstos estaban el explorador Nikolai Przhevalski ,  el compositor Peter Tchaikovsky, y Nikolai Gogol  entre otros.

Nikolai Przhevalski (1839-1888) era homosexual, y aunque estuvo casado, prefirió siempre la compañía de jóvenes varones. Después que enviudo, fueron muchas las propuestas de amor que recibió por parte de mujeres, pero a todas las rechazo.  Entre sus ayudantes varones jóvenes que lo acompañaron en cada uno de sus viajes estaba Nikolay Yagunov, de 16 años, Mijail Pyltsov, Fyodor Eklon ambos de 18 y Yevgraf, que podrían haber sido sus amantes.

Nikolai Gogol
Nikolai Gogol (1809-1852) fue uno de los casos más terribles de la violencia sexual auto-represiva que se pueden encontrar en los anales de la literatura. Total y exclusivamente gay, Gogol pasó su vida negando este hecho a sí mismo y a los demás, principalmente por razones religiosas. Sus cuentos y obras de teatro están impregnadas de miedo al matrimonio y otras formas de contacto sexual con las mujeres, pero Gógol envuelto este tema en una nube de símbolos y fantasías surrealistas que sus lectores contemporáneos no pudieron discernir su presencia. Muchos historiadores reconocen a Iosif Vielhorsk, como el amante de Gogol mientras escribía la primera parte de “Almas muertas” en Italia, mientras algunos investigadores sostienen que nunca salió del clóset.
No obstante, muchos aseguran que Gogol  salió del closet cuando vivió en Roma junto con el afamado pintor Aleksandr Ivanov:

“Fue en Italia que la sexualidad reprimida de Gogol encontró una salida. Su actitud más relajada con la sexualidad puede ser debido a su amistad con el destacado pintor ruso Aleksandr Ivanov, que vivió en Roma durante 20 años y era conocido por sus retratos de desnudos adolescentes en escenario al aire libre. En diciembre de 1838, Gogol se reunieron en la villa del príncipe ruso, el joven conde Iosif Vielhorsky”… “los pocos meses que pasaron Gogol y Vielhorsky  juntos fueron los más felices y más plenos en la vida de Gógol.”[6]

Gogol  se suicidó a la edad de cuarenta y tres, después de confesar su verdadera sexualidad a un sacerdote fanático, quien le ordenó que el día ayunara y en las noches se dedicara a la oración y la autoflagelación para que su alma pudiera  escapar del fuego del infierno. En su depresión y locura Gogol se sometió fielmente a la penitencia.

Otros de los grandes gays de la Rusia de aquel entonces fue el genio musical de Tchaikovsky (1840-1893), aunque muchos estudiosos sovieticos quieran tapar con un “dedo” la verdad de su sexualidad. La homosexualidad de Tchaikovsky no es un mito sino un hecho plenamente establecido de su vida privada. Este hecho era conocido por muchos de sus contemporáneos y se discute de manera explícita y detalladamente en la autobiografía inacabada de su hermano Modest, quien también era gay.

Pyotr Ilyich Tchaikovsky
La correspondencia de Tchaikovsky con muchos de sus contemporáneos demuestran su homosexualidad, muchas de estas cartas han desaparecido misteriosamente, no obstante se conservan algunas donde el músico dice frases como esta:

… "hay personas que no pueden remediar el despreciarme a causa de mi vicio” ... “Deseo, por medio del matrimonio o de algún otro lazo público con una mujer, cerrar la boca de esas despreciables criaturas."[7]

O esta otra a su hermano Anatoly

“Sólo ahora, especialmente después del incidente de mi matrimonio, he llegado a comprender finalmente que nada es tan vano como querer ser aquello que no soy por naturaleza.”[8]

En los últimos años, las investigaciones  de archivos privados como públicos han permitido conocer estas epístolas que por mucho tiempo los censores soviéticos quisieron ocultar. Una serie de pasajes en estas cartas describen sus relaciones sexuales con hombres jóvenes de distinta naturaleza.

Ya en 1835  Nicolás I introdujo una interdicción de los actos homosexuales entre hombres en el artículo 995 del código civil en respuesta a la frecuencia de relaciones sexuales entre niños y jóvenes de internados. En el artículo 995 sólo se tenía en cuenta la sodomía, sexo anal, y no otros actos sexuales. En la práctica, muy pocos hombres fueron condenados por el artículo 995, especialmente después de las reformas introducidas por el zar Alejandro II. Muchos miembros de las clases altas, llevaban una vida más o menos abiertamente homosexual, conocida entre los rusos. Debido a que muchos de estos hombres eras de la clase noble, el adjetivo “azul” se designo también para nombrar a los homosexuales de la época.

Especialmente durante la década de 1890 parecía que la homosexualidad estaba de moda: en esos años hubo una producción masiva de intelectuales, hombres y mujeres, homosexuales en la escena cultural rusa. Muchos de los parientes de los últimos tres zares eran abiertamente homosexuales; entre ellos se puede mencionar al gran duque Sergio Aleksándrovich, el hermano del zar Alejandro III y tío de zar Nicolás II.

El Gran Duque Sergio Aleksàndrovich 
Las décadas finales del zarismo fue un período de rápida transformación social, y como era de esperar, Moscú, compartió en ese cambio. En 1861, cuando el Edicto de Emancipación liberó a los siervos, había 350.000 habitantes en la antigua capital. En la década de 1880 y 1890, una política nacional de industrialización había transformado a Moscú en un importante centro manufacturero y el centro de transporte. Mientras tanto, la producción continuó en los talleres e industrias y mucho de los niños y jóvenes aprendices que trabajaban en las fabricas convivían en hogares comunitarios. Los distritos industriales comenzaron a desarrollarse más allá de los límites tradicionales de la ciudad, mientras que más campesinos y hombres  de las zonas rurales llegaban a las zonas urbanas con el fin de quedarse y conseguir nuevas oportunidades laborales, surgiendo una nueva clase obrera que para antes de 1914 llegaba a 1,4 millones de habitantes. 

El carácter de las relaciones homosexuales eróticas sufrió transformaciones asociadas con este nuevo sistema de vida, muchos de estos hombres abandonaron sus familias en los campos donde las mujeres seguían al servicio de los feudos y en el cultivo de sus propias tierras. Los hombres afloraron su amor hacia su mismo sexo y era común en las tabernas los bailes entre ellos, más de uno ebrio y borracho se entregaron a las pasiones homoeróticas, otros no tan borrachos se aprovecharon de esa situación. En 1903 se suavizó la ley contra la homosexualidad masculina. El artículo 516 del nuevo código seguía considerando la sodomía como delito, pero sólo era condenado a prisión máxima de tres meses. Ese mismo año, 1903, durante la preparación de la nueva ley, Vladimir Nabokov, padre del famoso escritor de igual nombre, escribió y publicó un artículo sobre la situación legal de los homosexuales en Rusia. En el artículo argumenta que el Estado no debería interferir con las relaciones sexuales personales. Los diarios, los documentos tribunalicios y los textos médicos,  dan cuenta de eso, y aunque existía las leyes que penalizaban la sodomía, la creciente población masculina en Moscú y en San Petersburgo, hizo una floreciente subcultura gay.

Hombres rusos en un bar de Moscù
Mucho de los hombres que trabajaban como cocheros completaban sus ingresos ofreciendo sus servicios sexuales a otros hombres, un servicio sexual era cobrado de 30 a 50 Kopeks, según la actividad sexual que iban desde la masturbación hasta la penetración anal. Muchos informes también relatan que muchos soldados eran prostitutos en las calles de las grandes ciudades rusas. En los talleres o industrias los niños y jóvenes aprendices eran objeto de abuso sexuales o agresiones por parte de los hombres mayores, a menudo en posiciones de autoridad sobre ellos. Un hombre confesó en su diario que en repetidas ocasiones se masturbaba con un miembro masculino de su familia, con jóvenes de 18 años:  … “un aprendiz”  “que me satisfizo de acuerdo a mi deseo con el onanismo manual, y yo hice lo mismo por él”[9]  

Baño Pùblico de Moscù
En Moscú siguieron funcionando los baños públicos, y la mayoría de los empleados eran jóvenes, cuya edad y condiciones físicas atraía a innumerables caballeros pues estos chicos eran objeto de comercio sexual tal como se seguía practicando desde la Rusia zarista. En San Petersburgo estos baños saunas tuvieron éxito hasta la revolución de 1917. Según textos de aquella época narran la siguiente historia:

“(Un cliente) que estaba a mi lado yacía con una mujer,  me ordenó que le hiciera como si él fuera una mujer, sólo en el ano”… “Además de todo esto, otros visitantes les pidió lo mismo o que hicieran eso con otro joven del baño público”.[10]

Muchos chantajistas aprovecharon las saunas y baños públicos para conseguir victimas y muchos de estos hombres extorsionados declararon en los tribunales y en consultorios psiquiátricos sus inclinaciones. Existen registros de estos casos llevados a la corte, por ejemplo existe un caso contra un obispo en 1919:  
… “indican que las prácticas homosexuales en los balnearios, especialmente aquellos con habitaciones privadas, fueron notorios en Moscú también. Este clérigo fue acusado de 'pederastia' con un principiante monástico de 14 años que sirvió como su siervo, Ivan Volkov. Dos veces el obispo declaró que, si bien había ido a los baños públicos. Era  para el alto clero en Moscú, específicamente insistió en que nunca había ido con los  principiantes a los baños con cuartos privados.”  … "era costumbre que los dos chicos se fueran conmigo, para disipar las sospechas de los transeúntes."[11]

Como vemos ya existían desde aquel entonces saunas como se conocen hoy día, con cabinas privadas donde los hombres pueden realizar sus actividades homoeróticas en la más estricta privacidad.

Un desarrollo más significativo en el surgimiento de una subcultura homosexual en Moscú fue la llegada de los patrones de cruising o cancaneo, con el reconocimiento mutuo y la comunicación más allá del lugar de trabajo y las relaciones patrón-cliente que esto implica. También cada vez más evidente es el uso del espacio público no sólo para socializar, sino también para el sexo. Las fuentes de estos patrones son de nuevo más humildes en Moscú que San Petersburgo, esta última ciudad había desarrollado grandes boulevares, plazas y parques que eran propicios para la actividad del cruising. Un ejemplo del cruising  está en una carta escrita por el compositor Tchaikovsky donde le narra a su hermano Modest sus encuentros sexuales con hombres  la clase baja en Moscú:
“Tchaikovsky escribió a Modest, cómo un amigo, Nikolai Bochechkarov le presentó a un joven mayordomo en un boulevar y luego fueron a un bar, más tarde Tchaikovsky se fue con su enamorado a una habitación privada”[12]

Plaza y Boulevard Prechistenskii donde los hombres gays de principios de siglo
hacian cruising o el cancaneo.
Un ejemplo de cruising en una calle de Moscú  viene de un registro policial de sodomía en 1888 de un hombre 42 años de edad, Petr Mamaev. Mamaev fue detenido después de una pelea con Nikolai Agapov de 28 años que estaba en estado de ebriedad, en el Boulevard Prechistenskii en la noche del 29 de julio de ese año. Mamaev dijo que había cometido sodomía con Agapov en el boulevard y admitió que había recogido  hombres extraños para este fin en los bulevares de la ciudad en los últimos ocho años. Mamaev fue acusado de pederasta pasivo y Agapov fue dejado en libertad. Petr Mamaev era casado, pero su failia residía en la lejana Ekaterinburg, Mamaev describió sus hábitos sexuales por lo tanto:

“Durante los últimos ocho años he estado cometiendo sodomía con personas diferentes y desconocidas. Salgo a la avenida por la noche, entablar una conversación, y si puedo encontrar un amante, entonces lo hago con él.”[13]

En 1912, el mismo boulevard de Moscú fue el escenario de un encuentro sexual de un joven campesino llamado  Pavel, el muchacho de 17 años de edad, estaba recién llegado de la provincia de Smolensk. Pavel encontró empleo a través de una mujer de su pueblo, que residía en Moscú. Mientras trabajaba como aprendiz en un taller, comenzó a asistir a clases nocturnas para los trabajadores. De vuelta a casa por la noche después de las clases a lo largo de los boulevares de Prechistenskii y de Nikitskii, conoció a otros jóvenes con los que comenzó a tener relaciones sexuales, el joven también frecuentaba los baños públicos, saunas y retretes para mantener relaciones sexuales. Pavel empezó a frecuentar más seguido aquellos lugares donde se prostituía hasta que un día conoció al príncipe Félix Feliksovich Iusupov y tuvieron relaciones sexuales de forma seguida casi todas las noches durante los dos años siguientes. Pavel se unió el servicio del hogar del príncipe como un lacayo, desde entonces Pavel dejo deambular por las calles.  El príncipe Iusupov presuntamente mantuvo otros dos sirvientes masculinos, un cocinero y cochero, como parejas sexuales.[14]

Principe Felix Feliksovich Iusopov
El cambio del siglo XIX al siglo XX  vio una relajación de las leyes, y el correspondiente aumento en la tolerancia y la visibilidad. En 1903, Vladimir Nabokov, el padre del escritor y uno de los fundadores del Partido Demócrata Constitucional, publicó un artículo sobre la situación jurídica de los homosexuales en Rusia en el que sostenía que el Estado no debe interferir en las relaciones sexuales privadas. El período entre las revoluciones de 1905 y 1917 fue la época dorada para los homosexuales rusos. Muchas figuras importantes llevaron abiertamente su homosexualidad, entre ellos varios miembros de la Corte Imperial.

Anna Yevreinova. 
Muchos fueron los personajes famosos y de la nobleza que vivieron libremente su homosexualidad desde finales del siglo XIX hasta la llegada de los revolucionarios o bolcheviques, entre ellos tenemos al autor  y crítico Konstantin Leontiev que era bisexual, y una de las parejas más famosas de finales del siglo XIX mundo de la literatura rusa eran las lesbianas Anna Yevreinova que era abogada, con María Feodorova que era escritora;  otra lesbiana rusa notable p fue la autora de Polixena Soloviova Manaseina que vivía con su pareja Natalia. Otros notables gays de la época incluyen el poeta Alexei Apukhtin,  el editor príncipe Vladimir Mecherski, Sergei Diaghilev, que tuvo un romance con su primo Dmitri Filosofov y, después de la ruptura, con Vaslav Nijinsky.  Mikhail Kuzmin  se convirtió en uno de los primeros de salir del closet al publicar en sus trabajos poéticos y sus novelas su propia homosexualidad, en sus diarios privados ofrecen una visión detallada de una subcultura gay, donde se ven involucrados a los hombres de todas las clases sociales.

Mikhail Kuzmin
Si bien hubo un cierto grado de tolerancia del gobierno, este se extendió a algunos artistas homosexuales o bisexuales e intelectuales, sobre todo si estaban en buenas relaciones con la familia imperial, la opinión pública dominante. El Gran Duque Sergei Alexandrovich Romanov (el hermano menor y su tío, respectivamente, del ruso Alexander III emperadores y Nicolás II) sirvió como el gobernador de Moscú de 1891-1905, fue un homosexual consumado y sus relaciones homosexuales eran ampliamente conocida en Moscú.

No obstante hubieron ciertos “modulo” de la sociedad que estaban bajo la influencia de la Iglesia Ortodoxa Rusa, y opinaban que la homosexualidad era un signo de la corrupción, la decadencia y la inmoralidad. La novela de autor ruso Alexander Amfiteatrov titulado “Pueblo de la década de 1890”, publicada en 1910  refleja el prejuicio con dos personajes gays, claramente decadentes. La novela “Resurrección” de León Tolstoi presenta a un artista ruso, condenado por mantener relaciones sexuales con sus alumnos, pero narra que su sentencia fue indulgente, y también presenta en la misma novela a un activista ruso para los derechos de gays, no obstante Tolstoi los pone como ejemplos de la corrupción generalizada y la inmoralidad en la Rusia zarista.

El Bailarín Nijinsky
Estas representaciones de hombres y mujeres homosexuales en la literatura rusa sugieren que la tolerancia selectiva del gobierno de la homosexualidad no se expresó igualmente a los homosexuales de clases bajas, el gobierno y la familia imperial daba a sus homosexuales de salón todo el apoyo, pero los homosexuales de las clases desposeídas eran por lo general “olvidados” y no se tomaban en cuenta sus derechos. A diferencia de otros países que ya existía una lucha por los derechos de los homosexuales como en Alemania que tuvieron un activo movimiento por sus reivindicaciones sociales.

Así, los homosexuales se dividieron o estaban divididos en dos grandes clases, la primera la de los literatos, intelectuales y artistas que deleitaban a la clase privilegiada y que por lo tanto eran objeto de iguales correspondencias en sus privilegios; y la segunda, aquellos homosexuales reprimidos por las condiciones deplorables de una ciudades inmersas en la pobreza y el hambre, homosexuales que se prostituían para poder sobrevivir en los largos inviernos de la rica San Petersburgo y de la casi roja Moscú, pues se fraguaba en aquel entonces en sus calles una nueva ideología que cambiaría el mundo, muchos homosexuales pobres creerían en ella, pero sólo basto unos pocos años para que se dieran cuenta que ser homosexual en la era de los Soviet era el peor delito que se podía cometer, y empezó una era de cruel y terrible persecución.
Muchacho ruso de principios del siglo XX. 
Por Fèlix Esteves.


[1] http://minimosymaximos.blogspot.com/2012/05/la-rusia-homosexual-primera-parte-de-la.html
[2] Burns, Edward Mc Nall. Western civilizations: their history and their cultura. – New York : W.W. Norton and Company; 1947.—p . 531.
[3] Maroger, Dominique. The Memoirs of Catherine the Great. --  London: Hamish Hamilton; 1955.—p. 193.
[4] http://www.bestreferat.ru/referat-22815.html
[5] http://es.wikipedia.org/wiki/Catalina_II_de_Rusia
[6] Aldrich, Robert. Who is who in Gay and Lesbian History .— London: Routledge: 2001.--  p. 185.
[7] http://el-arbusto-del-pastor.lacoctelera.net/post/2009/04/27/vida-y-realidad-pyotr-ilyich-tchaikovsky
[8] http://es.wikipedia.org/wiki/Homosexualidad_en_Rusia
[9] Burns, Jeffrey. Diary of Moscow merchant Pavel Vasil'evich Medved'ev, 1854-1864.—p. 152.
[10] Ibídem. – p. 157.
[11] Higgs, David. Queer Sites: Gay Urban Histories Since 1600. -- London : Routledge, 1999.--  p. 45.
[12] Ibídem. – p. 46
[13] Ibídem.
[14] Ibídem.—p. 46 y 47.

lunes, 28 de mayo de 2012

LA RUSIA HOMOSEXUAL. Primera Parte: De la Rusia de Kiev hasta el final de los Moscovitas.


Son pocos los datos bibliográficos que se tienen sobre la existencia de la homosexualidad de la antigua Rusia, no obstante en el Medioevo  la homosexualidad aparentemente era tolerada, pues de esa época provienen algunas historias y leyendas de carácter homoerótico y que increíblemente han sido asimiladas por la Iglesia, y estos hombres abiertamente gays han sido convertidos en Santos en la Rusia de Kiev[1]. Entre las pruebas de amor homosexual en algunas de las vidas de los santos rusos que datan del siglo XI, tenemos la “Leyenda de Boris y Gleb” escrito por un monje anónimo en los albores del siglo XI, esta historia tuvo una amplia difusión no sólo en Rusia, sino también en otros países ortodoxos, como Bulgaria, Serbia, e incluso en la Rumanía no eslava de habla hispana.

"La leyenda de Boris y Gleb" es rescatada gracias a la poesía lírica, hechos históricos y a la hagiografía, esta leyenda cuenta del asesinato de dos jóvenes el Príncipe Boris y su lacayo Gleb. El Príncipe Boris tenía un criado favorito, Gleb llamado "El húngaro". El príncipe poseía un magnifico collar de oro hecho por Gleb, y que siempre llevaba puesto pues sentía un amor profundo por su criado. El Príncipe Boris junto con su criado y otros jóvenes sirvientes  paseaban por el bosque cuando fueron interceptados por cuatro asesinos que matan a Boris con su espada, desesperado su fiel amado Gleb  se arroja sobre el cuerpo del joven príncipe exclamando: 

"No puedo soportar que me dejéis, mi amado y hermoso señor. Cuando la hermosura de este cuerpo comience a marchitarse, tened la seguridad de que mi vida terminará". [2]

Este tipo de historias y leyendas de hombres homosexuales o de amor homoerótico fueron comunes en aquella época, como son contadas por el filósofo y escritor ruso Vasily Rozanov en su libro sobre filosofía cristiana y la homosexualidad "La gente del Claro de luna" de 1913: "ejemplos de la homosexualidad se puede encontrar ya en la literatura hagiográfica de la Rusia medieval."[3]

Boris y Gleb.
En el “Kiev Paterikon” que es un libro que narra la vida de los Santos Padres de la Iglesia Ortodoxa Rusa se puede leer la vida de San Moisés; este hombre santo era un sobreviviente de la matanza que sufrió el ya malogrado Príncipe Boris y su amado Gleb. Moisés es apresado y convertido en esclavo por una noble que se enamoró de la belleza del muchacho. Por más de un año la mujer lo sedujo pero Moisés nunca cedió a sus ruegos y juegos eróticos, pues el joven prefería la compañía de otros esclavos masculinos, la dama prometió liberarlo si accedía a sus suplicas amatorias, hasta le llegó a proponer matrimonio, no obstante Moisés no atendió los ruegos y ella sintiéndose humillada por él lo sometió a crueles castigos y mando a que lo castraran. Moisés luego de aquel bestial episodio fue liberado y fue a parar al Monasterio de Kiev, donde predicó a sus jóvenes colegas alejarse de las tentaciones de las mujeres.

Otro ejemplo de homosexualidad en la Rusia de Kiev, es la historia del Príncipe Yuri, hijo de Andrei Bogolyubsky. Yuri fue comprometido a matrimonio  la famosa princesa georgiana Tamar, pero el príncipe fue rechazado y enviado de vuelta a Rusia, cuando se descubrió que él la engañaba  con algunos criados y nobles de su propia corte. El Príncipe se sublevo y ataco a Georgia pero fue atrapado y Tamara le perdono la vida y lo devolvió a la corte rusa. Se dice que su padre Andrei Bogolyubsky avergonzado por el comportamiento en la guerra de su hijo y de sus costumbres homoeróticas lo hizo desaparecer de la corte, misteriosamente el resto de su vida también desapareció de la historia.

La homosexualidad en la antigua Rusia de Kiev, para ser por estos textos e historias, algo común y aunque la Iglesia Ortodoxa eran tratada como un pecado, era natural las relaciones homoeróticas, y aunque la institución eclesiástica rusa estaba preocupara por el crecimiento de la homosexualidad en sus monasterios, realmente le era indiferente la homosexualidad fuera de sus “santas” paredes.

El período de gran riqueza cultural de la Rusia de Kiev terminó en 1240, cuando Kiev fue ocupada y prácticamente destruida por un ejército de invasores mongoles nómadas. La invasión fue seguida por casi 250 años de cautiverio mongol. Cuando Rusia recuperó su independencia, tuvo su nueva capital en Moscú. A esta etapa la llamaremos la Rusia Moscovita, y va desde el siglo XV hasta el siglo XVII.

El período moscovita pudo haber sido la era de la mayor visibilidad y tolerancia hacia la homosexualidad masculina que el mundo había conocido desde los tiempos remotos de la Grecia de Aristóteles y Platón y de la Roma de los Césares. Durante los siglos XV, XVI y XVII, los viajeros extranjeros y embajadores, que viene de países donde la sodomía era terriblemente condenada y donde los homosexuales eran sometidos a torturas, quema en la hoguera, y encarcelamientos de por vida, en varias ocasiones registraron su asombro y conmoción por las manifestaciones inocultables de la conducta homosexual de los hombres rusos de todas las clases sociales. Sigismund von Heberstein, Adan Olearius, Juraj Krizhanich, y George Turberville entre otros escribieron acerca de la prevalencia de la homosexualidad en Rusia, en sus viajes y la literatura de memorias.

"Sin embargo, la distribución más amplia de este fenómeno se observa en la era de Moscovita, sobre todo en los siglos XV, XVI y XVII. Escribieron sobre ello, a veces con sorpresa e indignación, casi todos los viajeros extranjeros, que dejaron su descripción de residencia en Rusia”… “Por otra parte, las tendencias homosexuales, en el testimonio de los extranjeros se produjo en todos los segmentos de la población, de los campesinos a los gobernantes."[4]

El inglés George Turberville, que visitó en misión diplomática la Rusia Moscovita durante el gobierno de Ivan El Terrible  en 1568, quedo sorprendido por la abierta homosexualidad de los campesinos rusos, más que por la terrible opresión y carnicería del vil gobernante moscovita. Turberville escribió un poema llamado “To Dancie” el cual reproducimos una muestra:

"Perhaps the muzhik hath a gay and gallant wife
to serve his beastly lust, yet he will lead a bugger's life.
The monster more desires a boy within his bed
than any wench, such filthy sin ensues a drunken head."[5]

La traducción sería algo así: "Quizas el campesino tenga una esposa alegre y galante / para servirse de su bestial lujuria, sin embargo el llevara una vida de insecto. / El monstruo más desea un muchacho en su lecho / más que una criada, el pecado sucio que habita en su ebriedad."

Pero la homosexualidad no se daba solamente en las clases más humildes y el campesinado, la homosexualidad también era muy común en las clases altas.  El Príncipe Vasily III Ivanovich o Basilio III de Moscú[6] que reinó desde 1505 hasta 1533, fue homosexual durante toda su vida, como lo explica el artículo “Desfile gay en Moscú: poder en contra de las tradiciones históricas”:

… "pero por otro lado, el Gran Duque de Moscú Basilio III (que reinó durante los años de 1505 hasta 1533) había, sido al parecer durante toda su existencia de orientación exclusivamente homosexual”[7]

Basilio III de Moscú se negó a llevar barba después del fracaso de su primer matrimonio y mostraba su cara limpia de vellos, lo cual era un signo de homosexualidad en aquella época. El primer divorcio se produjo porque su esposa supuestamente era estéril y fue encerrada en un convento. Basilio después contrajo matrimonio con la princesa Elena Vasílievna Glínskaya, hija de una princesa serbia y sobrina de Miguel Glisnki. Finalmente, la nueva esposa de Basilio le dio un hijo, que reinaría como Iván IV, el Terrible. Según la “historia no oficial”, Solomonia Sabúrova, su primera esposa, tuvo un hijo tras ser internada en un convento pocos meses después del controvertido divorcio, demostrando que la muchacha no era esteril sino que Basilio no cumplía con sus deberes de esposo, pues él dormía exclusivamente con sus amantes masculinos. Igualmente, se dice que los hijos que tuvo en su segundo matrimonio fueron concebidos gracias a que la Princesa Elena Vasílievna Glínskaya aceptó la propuesta de Basilio de meter en la cama a un tercero, que por supuesto ese tercio era otro hombre, generalmente jóvenes de la guardia real.

Vasily III en una representación o dibujo del siglo XIX
Iván IV, más conocido como Iván el Terrible, el hijo del segundo matrimonio de Basilio III, se casó no menos de siete veces. Pero él también se sintió atraído por hombres jóvenes en traje de mujer. Uno de los más despiadados jefes de la policía política de Iván, Fiódor Basmanov, subió a su elevada posición a través de la realización de bailes y grandes orgias donde la mayor atracción eran los muchachos vestidos de mujeres en la corte del zar. Fiódor Basmanov fue inmortalizado por León Tolstoi en su novela el “El Príncipe Serebriany” de 1862, ambientada en el reinado de Iván el Terrible, en la que describió con gran franqueza el carácter paradójico de Fiódor, un comandante militar capaz de iniciar una intriga criminal por el poder político, amante del Zar y compañero de sus bacanales, y un homosexual afeminado que discutía en público sobre los cosméticos que utilizaba para mejorar su cutis y el cabello. León Tolstoi decía de Fiódor Basmanov como  … “el joven de sonrisa de muchacha con un alma de serpiente.”[8]

Ivan El Terrible frente al embajador ingles. 
Los escritos del Metropolitano Daniel (s. XVI)  contienen una gran cantidad de exposición de los excesos sexuales de sus contemporáneos, entre ellos la acusación de sodomía:

… “en contra de la costumbre de muchos hombres de vestirse de rojo y arrancar el pelo de la barba y el bigote” …  “que se hace con ciertas intenciones impuras”… “Deberían castrarse a los impuros que cometen tan gran sensual vicio de la sodomía”. [9]

Fiodor Basmanov, amante y preferido de Ivan El Terrible según ilustración
de este siglo.
Según una miniatura del siglo XVII ilustra la visita de hombres barbudos, maduros a los baños de vapor( es decir el actual sauna), muestra cuatro varones jóvenes imberbes, que les prestan servicio. En la miniatura se ve a un joven sin barba y sin pantalones, quitándole las botas aun hombre adulto y con barba, otro muchacho extrae agua de un pozo, otro  joven desnudo vierte el agua en la estufa para producir vapor de agua, también aparece un visitante sin ropa, barbudo y mayor, acostado sobre un banco con un joven también desnudo que le aplica aire con una hoja. Si bien no hay indicio de actos sexuales en la ilustración los hombres jóvenes están en posición de subordinación social en su papel de servidores, y se destaca el hecho de que no llevan barba ni bigotes, clara señal de homosexualidad y lo más seguro es que vendieran sus cuerpos como parte del servicio de los baños, ya que era … “claramente una invitación a la inmoralidad, al parecer porque las caras lisas eran una invitación a la sodomía.”[10]

En 1552 el Padre Metropolitano Macario[11], que fue además tutor de Iván El Terrible, en su carta al zar, cuenta enojado como el ejército del rey, que estaba de pie cerca de Kazan en Sviyazhsk,  que los guerreros del soberano

 …"los soldados en compañía con jóvenes practicaban el pecado de Sodoma, negocio malo, mezquino y ateo"… “Además que los guerreros aún siendo de la iglesia ortodoxa, practican con sus  prisioneros y rehenes el acto de la sodomía.”[12]

Despues del gobierno de Ivan El Terrible, el gobierno estuvo precedido Teodoro I de Rusia, pero quién en realidad gobernaba propiamente dicho era su cuñado, el boyardo, Borís Godunov, que tenía una reclamación sobre el trono ruso. De acuerdo con la versión más generalizada posteriormente, Godunov quería librarse de Dimitri, hermano menor de Teodoro I que podría haber sido el sucedor de este al morir. En 1584, Godunov envió a Dimitri, su madre y sus hermanos al exilio en el infantazgo de la ciudad de Úglich. El 15 de mayo de 1591, Dimitri murió apuñalado, en misteriosas circunstancias.

Mas adelante aparecería Dimitri II El Impostor, también llamado "Falso Demetrio I" fue zar de Rusia del 21 de julio de 1605 al 17 de mayo de 1606 bajo el nombre de Dimitri Ivánovich. Fue el primero de los tres impostores que demandaron el trono ruso durante el Período Tumultuoso reclamando ser el zarévich Dimitri Ivánovich, hijo menor de Iván IV “El Terrible”. Supuestamente, el príncipe habría escapado del intento de asesinato en 1591; pero la creencia general es que el verdadero Dimitri fue asesinado en Úglich. El verdadero nombre de este primer “falso” Dimitri (el único de los tres que de hecho consiguió subir al trono ruso) sería Grigori Otrépiev.

El Falso Dimitri.
El Falso Dimitri I, que derrocó al Zar Boris Godunov para reinar durante menos de un año en Moscú, era abiertamente bisexual y durante su boda con la princesa polaca Marina Mniszech en 1606, era esperado por su amante, el joven príncipe Iván Khvorostinin, de dieciocho años. Este muchacho, vástago de una noble familia de antiguo linaje, fue ataviado para la ocasión por un conjunto decorado por un deslumbrante brocado, que se las apañó para cambiarse en dos ocasiones por otros vestidos igualmente deslumbrantes en los festejos de esa noche. Al morir el falso zar Dimitri, el joven príncipe Iván Khvorostinin, es exiliado y más tarde acusado de herejía, no obstante no fue quemado sino recluido en un monasterio donde paso el resto de su vida.

Al parecer los rusos no tuvieron una legislación que prohibiera la homosexualidad, a pesar de que muchos hombres de la Iglesia Ortodoxa estaban en contra de tal costumbre, muchos de estos filósofos y hombres  religiosos escribieron normas y edictos no obstante no causaron mayor influencia en el vulgo y en la corte de los zares, la homosexualidad estaba muy arraigada a la cultura rusa y fue la transculturización con occidente la que mermó la pasión homoerótica de los hombres de aquellas vastas y frías tierras. El proceso transculturizador llevado a cabo  por el Zar Pedro El Grande lleno los salones de cultura occidental, de sus costumbres pero también de una homofobia terrible que llegó hasta las zonas más olvidadas del gran imperio, desde las rudas estepas hasta la helada Siberia, desde la triunfal San Petersburgo hasta el azul de Taganrong. No obstante la homosexualidad seguiría en la clandestinidad como ocurrió en el resto de Europa.

En el siglo XVIII, la homosexualidad abierta del período moscovita tuvo que pasar a la clandestinidad, como dije antes, sin embargo, al mismo tiempo, hizo un aspecto renovado en las sectas religiosas que dividieron la Iglesia Ortodoxa. Dos de estas sectas, Khlysty (una forma plural distorsionada de Cristo) y skoptsy (castrados) tenían cepas claramente homosexuales y bisexuales en su cultura, el folclore y los rituales religiosos. El gran poeta gay de principios del siglo XX, Nikolai Kliuiev, incorporó gran parte de la tradición de estas sectas en su poesía visionaria.

Igualmente el crecimiento económico que trajo consigo la apertura de Rusia hacia occidente produjo que muchos jóvenes campesinos buscaran mejorías laborales y económicas en las grandes ciudades rusas, muchos de estos jóvenes se convirtieron en prostitutos que trabajaban en las calles y en los baños de vapor y balnearios públicos, según Higgs:

“Un grupo de hombres campesinos de 16 años de edad, fueron detenidos entrando a la ciudad en 1745”… “afirmaron que vinieron a buscar trabajo en los baños comerciales y balnearios de Moscú que eran atendidos por jóvenes imberbes, pueden haber sido los lugares de mutuas relaciones sexuales masculinas, mucho antes de los casos registrados del siglo XIX”…[13]

Era común en la antigua Rusia de Kiev y en la Moscovita la unión entre
dos hombres conocida como Pobratimstvo.
La indulgencia aparente de relaciones del mismo sexo no significa que no había normas compensatorias culturales. Las prohibiciones religiosas existieron, pero nunca fueron tan duras como las católicas romanas. Autoridades ortodoxas rusas conserva una vaga definición de "sodomía" como cualquier otro "antinatural" acto sexual, con  hombre, mujer o bestia, hasta bien entrado el siglo XVII. Las penitencias eran más ligeras que los de violación y el adulterio. La intensificación de los contactos con Occidente en esa época trajo nuevas actitudes que alteraron algunos aspectos de la estenosis de la élite de varones del mismo sexo. Incluso existe documentación donde existían rituales muy parecidos a un casamiento en la cultura rusa campesina, conocido en ruso moderno como pobratimstvo[14] . Mucho de estos contratos eran muy común hechos por hombres que se unían para cuidarse mutuamente casi como una promesa de matrimonio, tal vez  cualquier posible elemento erótico en estas uniones sigue siendo un tema de especulación pero según el historiador e investigador del homoerotismo John Boswell, algunos de estos contratos tenían cierto carácter de homosexualidad.[15]




[1] El Estado Ruso se formo en el siglo IX, y tuvo su capital en Kiev, de allí el nombre de Rusia de Kiev.
[2] http://www.bestreferat.ru/referat-22815.html
[3] http://imwerden.de/pdf/rozanov_ludi_lunnogo_sveta.pdf
[4] http://www.bestreferat.ru/referat-22815.html
[5] Berry, Lloyd E. Rude and barbarous kingdom: Rusia in the accounts of sixteen-century English voyages.—Madison: University of Wisconsin, 1968.—p. 76.
[6] http://es.wikipedia.org/wiki/Basilio_III_de_Mosc%C3%BA
[7] http://durim.ru/gej-parad-v-moskve-vlasti-protiv-istoricheskix-tradicij.html
[8] http://www.bestreferat.ru/referat-22815.html
[9] Ibídem.
[10] Higgs, David. Queer Sites: Gay Urban Histories Since 1600.--  London : Routledge, 1999.--  p. 41.
[11] http://es.wikipedia.org/wiki/Macario_de_Mosc%C3%BA
[12] http://www.bfmg.ru/online/s1/s11/a319/
[13] Higgs, David. Ibidem.
[14] http://encyclopedia2.thefreedictionary.com/Pobratimstvo
[15] Boswell, John. Same-Sex Unions in Premodern Europe.—New York : Random House, 1994.—p. 19-20, 264, 267-274.

miércoles, 23 de mayo de 2012

HOWARD ROFFMAN... el fotógrafo del juvenil deseo homoerótico.


Howard Roffman (1957) es un abogado estadounidense que representa Lucas Film y un fotógrafo que se especializa en la fotografía de desnudo masculino. Howard  proviene de una familia judía de clase media de la costa este de Norteamérica,  para ser más especifico de Filadelfia. Asistió a la Universidad de Pensilvania y en 1977 obtuvo una licenciatura en Derecho de la Universidad de Florida. Se desempeñó como asistente legal en el Tribunal Federal de Apelaciones del Quinto Circuito y, posteriormente, en el bufete de abogados de Washington DC de Morgan, Lewis & Bockius. En 1980 se unió a la productora cinematográfica de George Lucas (el mismo de la "Guerra de las Galaxias") Lucas Film para hacer asesoramiento jurídico y, posteriormente, fue ascendido a consejero general.



La fotografía es su hobby profesional. Sus fotografías se hicieron famosas en 1991 después de la publicación de sus tarjetas postales y calendarios con hombres jóvenes posando completamente desnudos. Ha publicado muchos libros y álbumes de carácter homoerótico donde sus protagonistas son hombres de temprana edad y en la flor de su juventud. Roffman  es conocido por reclutar entre sus a jóvenes que trabajan como mesoneros en los restaurantes, o chicos que ve caminando libremente por las calles, muchachos que rondan en los grandes centros comerciales y aquellos jóvenes que se mueven al ritmo del “house” o de la “disco music”  en las discotecas. Igualmente, sus modelos pueden provenir de agencias como “Bel Ami”,   de Alemania, República Checa y Eslovaquia, debido a su relación laboral con el afamado editor alemán Bruno Gmünder.



Su interés por la fotografía se remonta a cuando era un niño. Desde muy pequeño sintió inclinaciones hacia los jóvenes hermosos y la fotografía homoerótica. Desde muy temprana edad supo que el objeto de sus afectos eróticos iban dirigidos al mismo sexo, y este deseo homoerótico, como su pasión a la fotografía hicieron que se convirtiera en uno de los fotógrafos de desnudos masculinos y del deseo gay más afamados del mundo. En sus propias palabras Howard Roffman dice:

“My interest in photography dates back to when I was a child. Don't be shocked, but so does my interest in beautiful young men. Somehow, the two interests have always been connected. For as long as I can remember, whenever I saw a gorgeous boy, I dreamed of being able to capture his beauty in photographs. For so long, it was a dream that seemed far beyond my reach, a fantasy, a frustration.”[1] [2]



Pero su fantasía de fotografiar hombres se hizo realidad en 1991 cuando conoció a John y Gary, una pareja de atractivos jóvenes gay  en San Francisco que querían ser fotografiado. Al principio le resulto algo difícil, pero enseguida pudo superar sus “miedos” y logró captar la belleza del desnudo masculino y pudo controlar a partir de allí el “ojo mirón”, convirtiendo  el “deseo voyerista” en un arte, el Arte de la fotografía de la desnudez masculina en su totalidad y complexión, tal como el mismo lo narra:

… “but suffice it to say that my first session with them was a turning point in my life -- the point, in fact, when I turned from being a frustrated voyeur into being a photographer. Suddenly I realized that if I asked people to pose for me, I could bring all those pictures locked in my head into reality.”[3] [4]






La obra fotográfica  de Howard Roffman no se trata solo de desnudos de jóvenes, de fotografiar sus sexos, la desnudez por la desnudez, su “ojo fotográfico” va más allá, logrando captar la realidad de la juventud masculina y gay en busca de su conocimiento, del descubrir en sus formas, en sus núbiles juegos y cotidianidad  su propia identidad. Howard deja al lado el modelo, el cuerpo desnudo, para retratar a la gente, al muchacho, que esa piel desnuda sea no sólo la provocación al deseo erótico sino también una ventana al alma de ese joven y su identidad sexual claramente homosexual. Su trabajo deja así de ser desnudo, el cuerpo pasa a segundo plano, para convertirse en el retrato de la homosexualidad, el sentir y el alma del joven para ser el principio y el fin de su verdad artística.






Además el éxito de Roffman es que sabe plasmar  la belleza natural de los modelos,  son sexy sin ser explícitos, son deportivos sin exagerar sus movimientos, están llenos de confianza aún al saber que son fotografiados, y lo que es mejor aún, es que son fotos donde el deseo de descubrir el cuerpo de sus compañeros de juego está allí, a flor de piel, en cada momento retratado, en cada acción, en toda mirada, el deseo homoerótico es plasmado con sutileza, belleza, delicadeza, pero sobre todo con el genio y la sabiduría de no llegar a los pornográfico y lo vulgar... está allí tal como puede entenderse cualquier deseo erótico, cualquier gesto de amor.




Roffman sabe captar con sensibilidad maestra la magia de la exploración de la sexualidad, del descubrimiento del primer amor, del deseo y la pasión juvenil por el otro, llegando a retratar con esplendor y belleza la juventud y su amor y deseo homoerótico.

Desde entonces este hombre que no ha temido en declarar abiertamente su homosexualidad y que nos regala las bellas imágenes de jóvenes al “descubierto” tanto en su forma como en el alma ha publicado dieciocho libros, calendarios, fotografías que se venden en galerías y se pueden admirar en diferentes centros de arte del mundo.



En 1999, Roffman fue nombrado presidente de Lucas Licensing, una subsidiaria de Lucas Film, que posee los derechos de autor de la Guerra de las Galaxias e Indiana Jones, y varias de las películas de George Lucas para la realización de sus muñecos o juguetes.

Hoffman vive felizmente en San Francisco con su pareja de muchísimo tiempo  Duane Waters.

Por Félix Esteves.


[2] Mi interés por la fotografía se remonta a cuando yo era un niño. No se sorprendan,  también  mi interés va hacia los hermosos jóvenes. De alguna manera, los dos intereses siempre han estado conectados. Durante el tiempo que puedo recordar, siempre vi a un niño precioso, yo soñaba con ser capaz de capturar su belleza en las fotografías. Durante mucho tiempo, era un sueño que parecía mucho más allá de mi alcance, una fantasía, una frustración.
[4] pero basta con decir que mi primera reunión con ellos fue un punto de inflexión en mi vida - el punto, de hecho, cuando pasó de ser un voyeur frustrado al ser un fotógrafo. De repente me di cuenta de que si preguntaba a la gente que posara para mí, yo podría traer todas esas imágenes encerradas en mi cabeza a la realidad.

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